Causa de deterioro de las fábricas de ladrillos
Teniendo en cuenta el origen de los daños podremos distinguir entre:
Daños causados por el agua
1.-
Agua de lluvia.
El agua de
lluvia, unida a la permeabilidad del ladrillo, en periodos de exposición
prolongados, puede ocasionar la aparición de manchas de humedad en la superficie
de la fábrica de ladrillo.
2.-
Capilaridad.
Se trata de
la ascensión del agua por una red de tubos o poros muy finos en el sentido
contrario a el de la gravedad, siendo un fenómeno de difusión ya que se produce
en cualquier dirección, hecho que favorece el mortero por su naturaleza porosa.
La altura
hasta la que asciende el agua suele rondar entre 1.5-2 metros, donde se
equilibra el ascenso del agua con la evaporación de la misma, por lo que el
tratamiento a aplicar deberá de localizarse por debajo de esta cota.
A mayor
espesor de la fabrica de ladrillo mayor altura de humedad porque necesita mayor superficie a
evapora, dando esto también lugar a eflorescencias.
3.- Condensación
Las
humedades de condensaciones están provocadas por el vapor de agua contenido en
el ambiente. Estas humedades suponen una tercera parte en las patologías que se
dan en los muros de fábrica. La forma de manifestarse puede ser en forma de
hongos, manchas y olor característico. Para prevenir este tipo de humedades la
humedad relativa deberá oscilar entre el 35 y el 85% con temperaturas en verano
de en torno a 22º y en invierno de 20º, con una ventilación suficiente.
4.--
Eflorescencias.
Se definen
como la formación de depósitos de sales minerales solubles sobre la superficie
de una pieza cerámica terminada, por exposición a los agentes atmosféricos. La
causa real de la formación de estos depósitos es la migración de una solución
salina a través de los poros inmediatos de la misma, al evaporarse el agua
existente. Diferenciaremos entre eflorescencias como depósitos superficiales de
los que son depósitos interiores en los poros del
material, son mas peligrosas que las eflorescencias de superficie ya que en combinación con
agua y hielo puede producir el deterioro del material. La mayoría se eliminan
mediante lavado con agua o productos adecuados para su eliminación y cepillado.
Daños originado por fallos producidos en la fabricación de los ladrillos.
1.- Costra de cal
ó caliche.
Defecto por
el cual aparecen en el ladrillo concentraciones de oxido de cal que al
hidratarse aumenta su tamaño pudiendo dañar la pieza (en nódulos superiores a
0.5 mm). Su origen viene de una mala preparación y moldeo.
Se suele
manifestar a los 3 ó 4 meses después de realizado el muro.
2.--
Exfoliaciones.
Durante la
fabricación cuando se emplean arcillas excesivamente plásticas, las partículas
se orientan por el rozamiento con la hélice de la galletera, quedando las capas
de arcilla yuxtapuestas pero no tratadas, si además hay sílice inerte se
producen exfoliaciones y roturas frágiles.
3.- Cocción.
Este tipo de
defecto, de puede manifestar bien por una cocción defectuosa al no alcanzar la
temperatura necesaria o el tiempo suficiente, no se forman las fases vítreas y
no se alcanzan las resistencias mecánicas adecuadas, o bien por un cambio en la
fase del cuarzo, produciendo microfisuraciones alrededor de cada grano de este
material, provocando una merma en la resistencia mecánica de la pieza.
Daños causados por el mortero.
Lo ideal
seria que el mortero se comportara con análogas características que el ladrillo
que une y alcanzase las mismas características mecánicas. Si el mortero es
excesivamente rico en contenido de cemento o bien en un exceso de agua, se dará
lugar a:
Como
consecuencia, aparecerán en la fabrica fisuras entre mortero/ ladrillo en
tendeles o llagas, llegando en algún caso a partir el ladrillo.
Para paliar
tales efectos se han de tomar las siguientes medidas en el momento del
rejuntado:
- Examinar
el mortero y su disposición en el muro (anchura, color, textura, etc.).
- Limpieza
de restos de polvo y material disgregado mediante cepillado, aire a presión o
enjuagado con agua.
- Previo
humedecido del soporte, aplicación del mortero con la suficiente presión como
para lograr la compactación adecuada y limpieza posterior.
Daños causados por acciones mecánicas
1.-
Dilatación - Retracción.
Este tipo de
fisuras y grietas surgen como consecuencia de los diferentes coeficientes de
dilatación del mortero y ladrillo. Para paliar este tipo de daños, es
conveniente humedecer las piezas cerámicas antes de su colocación, así como
prever juntas de dilatación en los paños de fábrica con una distancia máxima
entre 30 y 40 metros en clima continental y de hasta 50 en ambiente marítimo
(aunque es aconsejable no sobrepasar los 30 m indiferentemente del ambiente).
Este tipo de
fisuras o grietas se presentan normalmente próximas a vanos y en los puntos
medios de los paños, además de en frente de forjados y encuentros en esquinas.
2.- Corrosión de elementos metálicos.
Este
supuesto se da cuando en las fabricas de ladrillo se intercalan en los tendeles
armaduras como refuerzo del muro. Si estas no tienen el recubrimiento mínimo de
enfoscado, con la entrada de agua se da origen a la oxidación de las mismas que
se manifiesta en el enfoscado exterior mediante la aparición de la consiguiente
mancha de óxido y fisura horizontal.
Para
prevenir este tipo de defectos se deberá impedir el contacto con el agua de
estos elementos mediante un recubrimiento suficiente de mortero que garantice su
impermeabilidad.